Si usted es dueño de una casa, uno de los mayores puntos de contención a los que probablemente se enfrentará en un divorcio, aparte de la custodia de los niños, es quién, se quedará en la casa.
¿Puedo quedarme con la casa tras el divorcio?
Puede que no sea usted quien obtenga la casa. En algunos casos, la vivienda debe venderse para dividir a partes iguales los activos entre la pareja.
Es posible que desee mantener a su familia y la casa porque tiene fuertes lazos sentimentales. Pero antes de tomar esta decisión, hágase las siguientes preguntas:
- ¿El hogar está en buenas condiciones o necesita reparación?
- ¿Podrá hacerse cargo de los pagos?
- ¿El vecindario es seguro?
- ¿Es conveniente para su lugar de trabajo?
- ¿Cuál sería el resultado si vendiera la casa?
- ¿Sería más provechoso vender que mantener el hogar?
Una vez más, dividir los activos puede ser una parte tediosa del proceso de divorcio. Si bien es posible que pueda tomar esta decisión como pareja, debe hacer que alguien le aconseje, alguien que le garantice que la división es justa y beneficiosa en lo que respecta a los activos y las responsabilidades (deudas) involucradas.
Para obtener una perspectiva objetiva sobre su división de la propiedad y su deseo de mantener el hogar de su familia, comuníquese con nuestra oficina para programar una consulta con un abogado de divorcio.